Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

sábado, 23 de marzo de 2013

Entre Columnas




¿Desde dónde estoy leyendo esta plancha? La primera respuesta que a todos se nos vendrá a la cabeza es que lo hago desde el sitial del 1º Vigilante, claro, y la respuesta es correcta. Pero el sitial del 1º Vigilante, como se dice en el Ritual, está situado al Occidente,  mientras que el sitial del 2º Vigilante, se encuentra situado en el medio de la Columna del Sur, “para vigilar la columna de Septentrión”. Es decir está en una de las Columnas, la J. Así que los Vigilantes. no estamos ahora situados entre Columnas, aunque no es esto óbice para que los Vigilantes lean sus planchas desde su sitial.

Todo esto no tiene de entrada importancia alguna cuando se trata de una plancha sin más, como es este caso, mas hay otros supuestos en los que los Rituales y la tradición masónica requieren que las planchas se lean “entre Columnas”? ¿Cuáles son esos casos, por qué razón se nos solicita esto y dónde hay que situarse cuando el VM pide, casi siempre al Maestro de Ceremonias, que sitúe “entre Columnas” a algún Hno. o Hna., e incluso a los profanos que acceden al Templo dentro de su proceso de Iniciación?

Si nos fijamos en el Templo, las primeras columnas que todos percibimos son “las tres columnas” o, mejor, “los tres pilares”, que sustentan “las tres pequeñas luces”, que simbolizan la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, y que conforman un triángulo rectángulo, sí, pero también un rectángulo, marcado por el Cuadro de Logia y una hipotética cuarta columna sobre la que alguna vez hemos aquí debatido hace un tiempo. Dadas las dimensiones de nuestro Templo, solemos cuadrar las esquinas en el rectángulo que estas tres Columnas señalan, aún cuando debemos saber que donde realmente se cuadran las esquinas, respondiendo a un mayor simbolismo, y cuando el Templo es más grande así lo hacemos, es en los ángulos del “cuadrado largo” que se forma en el espacio situado entre las Columnas del Norte y del Sur, delimitado al Oriente por el Ara de las Promesas (o de los Juramentos) y al Occidente precisamente por el sitial del 1º Vigilante, cuya situación correcta en el REAA es frente al VM, equidistante de ambas Columnas, con lo que el VM. y los dos Vigilantes formarían también un triángulo rectángulo.

Como decíamos, las tres columnas que vemos inicialmente, incluso en el momento de “ver la luz” en la ceremonia de Iniciación, son estos tren pilares, pero a la vez se nos dice que estamos situados entre Columnas, por lo que la primera impresión, que luego en muchos casos, como en el mío, se nos va consolidando, es que situarse entre Columnas es estarlo ante estas tres Columnas, y más precisamente en medio de la Fuerza y la Belleza, como si la Sabiduría nos resultara aún algo alejada. Y todo ello es claro que sugiere simbolismos sobre los que se puede trabajar masónicamente, pero, mi opinión actual, tras darle unas cuantas vueltas, es que lo único que está situado entre estas tres columnas es precisamente el Cuadro de Logia. Y estas tres Columnas, además, se encuentran casi podríamos decir “entre Columnas” si no fuera porque le falta la equidistancia entre ambas, ya que las Columnas en verdad son la del Norte y la del Sur, así como la J y la B.

Si el VM nos ha dicho que estamos “entre Columnas” es porque estamos entre la Columna del Norte y la del Sur, donde se sitúan, salvo excepciones rituales o en función de su oficio o calidad, todos los Hnos. y Hnas. que asisten a la Tenida.  Para marcar el lugar donde los Aprendices y Compañeros respectivamente reciben su salario se encuentran situadas otras dos Columnas a la entrada del Templo, la Columna B, al Norte, y la J al Sur, siendo sus orígenes bíblicos (Libro de los Reyes y otras referencias) que en realidad marcan dónde deben situarse los Aprendices y Compañeros, mientras que los Maestros lo hacen indistintamente en ambas Columnas, debiendo además, según el Ritual, situarse un Maestro al final de cada Columna al Oeste cuando se va a recibir a un dignatario con bóveda de acero.

En realidad, en mi opinión, las Columnas del Norte y del Sur donde nos situamos y las columnas B y J son esencialmente una misma cosa, marcando las segundas el espacio más amplio que ocupan las primeras, espacio que ocupamos nosotros mismos. Así que, en los momentos más relevantes desde el punto de vista simbólico, como son el pase bajo venda y  la ceremonia de Iniciación, nos situamos entre Columnas, para dar mayor realce al momento, ya que en estos casos el VM, por ejemplo, proclama delante de todos los Hnos. y Hnas. que somos Aprendices Masones y nos expone a la vista de todas y todos para nuestro general conocimiento y para que, a partir de ahora, los reconozcamos como tales, con todo lo que sabemos ello implica. Así que, en suma, estar entre Columnas viene a significar estar ante de todos los asistentes a la Tenida, en medio de todos los Hnos. y Hnas, estar ocupando un puesto protagonista por una razón simbólica relevante.

En mi opinión son los siguientes casos en los que debe considerarse preceptivo estar en esta posición: pase bajo venda, proclamación como Aprendiz u otro Grado, lecturas de plancha de impresiones, de afiliación, de quite, impartición de justicia masónica, etc., e incluso posiblemente en el caso de adopción de nombre simbólico. En cambio, cuando leemos o intervenimos en Tenida en otros contextos no es preciso hacerlo entre Columnas, e incluso no es conveniente, por darle a esta posición su carácter simbólico diferenciador, y lo hacemos desde nuestro sitial o, mejor aún, desde el del Oriente, costumbre que desde hace un tiempo hemos adoptado en este Taller, y que posibilita dar relevancia a quien lee la plancha diferenciando este momento de los que responden a un simbolismo iniciático como antes hemos visto. Los Vigilantes al estar situados en un lugar especialmente señalado ritualmente, no precisan, y habitualmente no deben, trasladarse a la mesa del Orador.

En un momento de la ceremonia de Iniciación se solicita que se sitúe al neófito entre Columnas para proceder a la lectura de su promesa. Esto a veces induce a confusión, ya que el neófito se encuentra cerca del Oriente y no hay que llevarlo atrás para situarlo entre las columnas de la Fuerza y la Belleza, sino delante del Ara de las Promesas o Juramentos, donde hará la suya. Quien esté en esta posición, según lo que hemos ido viendo, se encuentra igualmente situado entre Columnas, aunque estén detrás el cuadro de Logia y los tres pilares.

Ahora bien, simbólicamente, ¿qué quiere decir, para mí, estar entre Columnas? Cuando estamos en el Templo, significa que por alguna razón tenemos un momento de especial protagonismo en la Tenida y por ello se nos sitúa ante todos los Hnos.·. y Hnas.·., para que se nos reconozca por alguna razón y todos sean testigos de lo que esté sucediendo, sea una ceremonia ritual o la lectura de una plancha de especial significación dentro del proceso iniciático (lógicamente en esto puede haber variaciones según los reglamentos propios del Taller o la opinión por razones concretas del VM que dirige los trabajos).

Pero más allá de ello, es bueno que nos sintamos “entre Columnas” desde un punto de vista simbólico en otras ocasiones, aunque no lo estemos físicamente, es decir, que seamos conscientes de que somos protagonistas, que estamos expuestos a la observación de todos los presentes y que ello implica modular adecuadamente nuestro comportamiento y nuestro discurso, como nos lo indica también el hecho de estar al orden. Pero cabe ir aún más allá, ya que, como se dice en la Cadena de Unión, queremos que “nuestro ideal inspire nuestra conducta fuera del Templo”. ¿Qué tal si nos situamos de vez en cuando “entre Columnas” también en tiempo profano, si nos consideramos protagonistas de nuestra propia vida asumiendo nuestra condición como Masones, si tomamos las riendas de nuestro destino y nos damos cuenta de la relevancia de nuestros actos fuera del Templo, y de nuestras omisiones, si somos conscientes de que estamos en medio de todos y todas, de todo lo que sucede, y que podemos contribuir en el mundo profano al Progreso de la Humanidad con nuestra palabra y nuestras acciones, “explorando juntos el vasto dominio del pensamiento, de la acción y del amor universal”?

He dicho.

Cobra.·.

No hay comentarios:

Publicar un comentario