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sábado, 30 de junio de 2012

Basilio y Pablo

Una ceremonia para el recuerdo
Basilio Marín y Pablo Campos.                                                 Photo: M. Baena 1997.
El pasado miércoles, la Logia Constancia celebró la ceremonia del Recuerdo en honor de su querido hermano recientemente fallecido: Basilio Marín Ferrer, hijo del también hermano  Manuel Marín Sancho, a quien recordábamos en estas páginas hace unos días.

Basilio Marín, fue uno de los pioneros en la Masonería Española después de la dictadura. Iniciado en la G.L.S.E. (Gran Logia Simbólica Española) en 1986, siendo el presidente de su primera Logia en Zaragoza: Salduie.
Diversos avatares extinguieron la luz de ese Taller, ingresando como miembro fundador de la Logia Constancia, que a su vez se integró en Le Droit Humain en 1995.
Venerable Maestro de la Logia en dos ocasiones, fue un trabajador perseverante; una persona de exquisita educación y gran cultura masónica.
Acompañados de familiares y amigos, rendimos cumplido homenaje a este librepensador, cuyo recuerdo permanecerá imborrable para todos nosotros.

Esperemos.
Esperemos en confianza.
Esperemos en confianza y serenidad.


A continuación un trabajo de Juan de Lanuza (nombre simbólico),  sobre la creación de la Logia Constancia. Como anécdota, decir que fue leído en el momento  que la foto ilustra (2006).


No es fácil condensar en una breve plancha todos, o la mayor parte de los recuerdos que se agolpan en la memoria de cuando un grupo de M.·. M.·. decidimos constituirnos en una R.·. L.·., por supuesto “salvaje”, pues no habíamos optado todavía en acogernos a los auspicios de una determinada Obediencia. Como otros HH.·. pueden narrar otras vivencias o anécdotas de aquellos ya lejanos tiempos, he preferido relatar una faceta que en aquel entonces considerábamos de suma importancia.
Durante la etapa de R.·. Triángulo practicábamos un Ritual bastante aproximado al del R.·. E.·. A.·. y A.·., con modificaciones sustanciales respecto a quienes lo habíamos practicado en un pasado próximo anterior; en la nueva singladura de R.·. L.·. estimamos adecuado mantener y practicar el que hasta entonces habíamos utilizado, quedando a la expectativa de usar el que determinase la Obediencia a la que nos afiliáramos.
No obstante, como “para andar por casa”, creímos imprescindible darnos una norma de funcionamiento interno con la especificación de derechos y deberes, así como pautas a seguir en determinadas situaciones. De ahí surgió la idea de elaborar y posterior redacción de lo que dimos en llamar “REGLA INTERIOR” de la R.·. L.·. Constancia.
Cada uno de nosotros aportamos, según nuestro leal saber y entender, nuestros conocimientos anteriores par dar forma coherente y precisa a la normativa por la que voluntariamente debíamos regirnos. Fue éste, un tiempo de gran entusiasmo, con reuniones casi diarias en el estudio del Q.·. H.·. Paracelso, con debates correctos y amistosos sobre qué debíamos incluir, qué no sería procedente y quienes deberían figurar en la firma del documento original. Se decidió que todos debíamos estampar nuestra rúbrica, puesto que todos éramos Maestros Masones y todos desempeñábamos alguna Oficialía en el nuevo organigrama. Así se hizo, aunque lamentablemente falta alguna firma y especialmente, alguien que ya no está entre nosotros y que nos aguarda en el Oriente Eterno.
Esta es, V.·. Mª.·. y QQ.·. HH.·. y HHª.·. un retazo de la pequeña historia del proceso de creación de la que hoy es nuestra R.·. L.·. Constancia, de la que podemos sentirnos orgullosos tanto los que vivimos aquellos avatares, como los que ahora adornáis nuestro Taller.

He dicho.
Juan de Lanuza .·.

O.·.  de Zaragoza, a 8 de Junio de 2006. (e.·.v.·.) 





miércoles, 27 de junio de 2012

Solsticio




A nadie le ha sido prometido un mañana.
Mantén en la dicha tu alma nostálgica.
Bebe el vino en el claro de luna, mi amor, que la luna
brillará muchas noches sin volver a encontrarnos.



                                                               (OMAR JAIAM)

Todo fluye y refluye; todo tiene sus periodos de avance y de retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento a la derecha, es la misma que su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.


Este principio que se refleja en el KYBALION, lo vemos materializado en el transcurso de nuestro ciclo masónico anual y su contrapartida temporal de las estaciones y con su  paralelo espacial norte, sur, este y oeste.

Nuestro ritual pone al símbolo en movimiento y participa en este ciclo de cambio permanente, para rescatarnos a participar de la regeneración personal. La circunferencia o circulo que dibuja la órbita  solar al pasar de un solsticio a otro, pasando por los equinoccios de primavera y de otoño, conforman un plan masónico anual de trabajo. Así, el tiempo natural y el tiempo humano se unen y ambos están sujetos a la regeneración permanente.

En nuestra simbología, están presentes los fenómenos astronómicos y naturales, y el movimiento circular que se produce de la oscuridad a la luz y de la luz a la oscuridad, siendo éste reconocible desde el momento que una persona quiere ser Masón: primero el vendaje de los ojos, luego la permanencia en la Cámara de Reflexión, después la caída de la venda y, nuevamente, la penumbra y el camino hacia la luz.

El solsticio está asociado a fiesta, a celebración. En éste, de verano, cuando la luz es máxima, conmemoramos y recordamos que hemos sido iniciados y como tales hemos recibido la luz. Esa luz que va y viene. También es fiesta de fraternidad entre hermanas y hermanos, que saben y conocen este proceso de regeneración en el que se han embarcado desde que vieron la primera luz masónica.

El masón pues asume este relativismo tiempo-luz-regeneración con toda naturalidad, a sabiendas de que ese es el camino elegido. Ahora toca dejar por un tiempo las herramientas y disfrutar de la recolección de los frutos. Pero empezaremos de nuevo tras el equinoccio de otoño, con el folio en blanco, para que el pasado no nos arrastre, para construir un futuro nuevo sin condiciones espúreas. Es un buen entrenamiento para el desapego, y para beber vino a la luz de la luna.

He dicho.

Asís. 

domingo, 24 de junio de 2012

El emperador del ladrillo



© CARMEN PEREZ

Lo cierto es que, el fulano, parecía honrado. Un tipo seguro y desenvuelto que pisaba fuerte cuando de niño caminaba, con los cuadernos rubio en la mano, por las estrechas corredoiras de la aldea en la que creció.
En el pueblo comentaban que de joven tenía ganas de comerse el mundo y matrimonió, como dicen las abuelas por aquí, con una chica con tierras y posibles. Fue el punto de inflexión que le permitió dar un giro a su vida y adquirir una sonrisa burlona que anticipaba las malas artes que unos años más tarde le llevarían a convertirse en “El emperador del ladrillo”.
El principio de la larga y exitosa carrera comenzó en la época del dinero fácil donde los papeles que guardaban las escrituras de fincas rústicas, viajaban en maletines hasta convertirse por arte de magia en modernas parcelas volcadas sobre las rocas o en arenales con vistas a la playa, donde la firma de un individuo sin escrúpulos cotizaba en algunos momentos más que un cuadro de Picasso.
Narcisista y prepotente, cada vez más satisfecho y seguro de sí, disfrutaba hablando de dinero y presumía ante los parroquianos de que; “algunos concejales comían en su mano”. ¡Pena de grabadora!
Le gustaba aparcar el BMW berlina, frente a los establecimientos más concurridos del pueblo. Era frecuente ver cómo aparcaba sin vacilar frente a la panadería dejando el cochazo valorado en más de 90.000 euros con las luces encendidas, mientras charlaba en la cola con las vecinas, qué arqueando las cejas y entre susurros se preguntaban de dónde sacaba tanto para hacer esos dispendios.
A veces para dejarse notar, olvidaba intencionadamente las llaves del vehículo en la carnicería o, en la pequeña droguería del pueblo para qué, si alguno no lo había notado, apreciase la similitud entre su vehículo y el de los grandes banqueros.
Su prepotencia y chulería  eran la comidilla de todo el pueblo.
Todo el mundo sabía, conocía e incluso denunciaba, pero para consternación de los vecinos un manto de silencio tapaba las palabras pronunciadas por aquellos que sabían un poco más que los demás.
En el banco, por supuesto, le hacían la ola cuando llegaba. El director cobraba cuantiosos bonus por prestar dinero a un individuo que sólo tenía solares como patrimonio, pero los apartamentos, áticos, trasteros o garajes aparecían dibujados con la precisión de un delineante ante aquellos ojos tan ávidos de parné.
Los bancarios, ni valoraban riesgos, ni pidieron avales . ¡A ganar dinero! Fue el lema de aquél pequeño y coqueto banco de toda la vida que sustituyó a verdaderos profesionales, por mindunguis y clones contratados, que bailaban la samba del billete y eso que el gran Botín dice que los bancos no son responsables de la crisis a pesar de que buena parte de los solares que tienen en cartera, han perdido más de la mitad de su valor.
Estaban todos tan entretenidos adulándose entre sí; -banqueros, bancarios, promotores, inmobiliarios- y construyendo castillos en el aire, que no se dieron cuenta de que navegaban en el Titanic por un océano plagado de grandes icebergs.
A pesar de los avances tecnológicos, de las miles de comisiones creadas ah hoc, de las voces que clamaban en el desierto susurrando, que el dinero fácil tenía fecha de caducidad, el emperador del ladrillo” y sus acólitos, desde sus atalayas cercanas a la nubes seguían creyendo como el capitán del Titanic que el barco nunca se hundiría.
Fueron, sin duda para algunos, años de esplendor; fiestas y banquetes en grandes villas rodeadas de jardines de diseño, opíparas comidas en restaurantes de tres o cuatro tenedores, donde se degustaban delicias culinarias y vinos excelentes que nunca antes habían catado. Viajes en bussines, islas perdidas en El Índico; todo servía para demostrar el aprecio que los nuevos ricos del ladrillo tenían por el dinero fácil y la ostentación vana.
Sin embargo, el barco encalló y entre la confusión más absoluta y, en lenta desbandada, “el emperador” y demás ladrilleros se refugiaron entre los muros de sus grandes mansiones, que por supuesto no están a su nombre, dejando eso sí a miles de ciudadanos e instituciones financieras ahogándose en la pantanosa ciénaga del ladrillo.
El fulano y sus vástagos, ladrilleros de un pequeño pueblo de la costa llenaron sus cuentas.  Constituyeron un entramado societario para que, cuando viniesen mal dadas, sus bienes estuviesen protegidos de jueces valientes o inquilinos molestos que no se conformaban con hacer reverencias ante  el emperador del ladrillo. Hoy siguen disfrutando desde el puente de mando de un barco a la deriva, conocedores de que en el último momento uno de los botes salvavidas les recogerá para ponerlos en tierra firme y con los bolsillos llenos de billetes.
Ahora resulta que el Fondo de Garantía de depósitos, que pagamos los contribuyentes, es insuficiente y los papelitos sólo han servido para pagar cuantiosas indemnizaciones o jubilaciones millonarias a todos aquellos gurús, que hundieron a las entidades en una fosa más oscura que la de las Marianas.
Los demás, los que no han practicado la elusión fiscal, ni tampoco  han despilfarrado el dinero que no era suyo, a pesar de los esfuerzos por mantenerse a flote en un momento determinado, dejaran de luchar y su cuerpo será arrastrado por la corriente hacía las simas del infierno.
Es una vergüenza que en un país moderno y en una sociedad del siglo XXI se permita a individuos, que asaltaron la caja de caudales llenando sus bolsillos  o cobrando cuantiosas indemnizaciones por un trabajo mal hecho, seguir disfrutando de lo que no es suyo mientras miles de honrados ciudadanos que siempre cumplieron con sus impuestos acuden a los comedores sociales para poder confundir el estómago con alguna vianda digna y a los roperos de las iglesias, para que sus críos calcen unos zapatos que no tengan las suelas rotas o gastadas.
¿Con qué ánimo afrontan los miles de jóvenes su futuro cuando ven que sus familias han luchado toda la vida para darles un futuro digno y lo único que encuentran son las maletas en la puerta para volar hacía algún país que les ofrezca la dignidad que aquí les negamos?

Del blog: Lee gratis

martes, 19 de junio de 2012

Les femmes et la Franc-maçonnerie

La masonería mixta en la Orden Masónica Mixta Internacional LE DROIT HUMAIN(1)



Marie Françoise PASSINI (2)

 Desde la creación de la primera Logia mixta fundada por María Deraismes y Georges Martin en la última década del siglo XIX  orientada hacia la búsqueda de la igualdad social y la defensa de la mujer y de la infancia, las condiciones sociales han cambiado. La familia, la toma de conciencia de la pareja ha evolucionado. La mixtidad se ha convertido en algo habitual en las empresas, laboratorios,  escuelas,  colegios,  institutos, etc.

Si está correctamente vivida; si los hombres y las mujeres la respetan, pueden querer buscar en la mixtidad el sentido de la vida humana, progresando en la investigación del conocimiento de su existencia en un espacio de pensamiento laico.

Un profano o una profana que llama a la puerta de una Obediencia mixta concibe la mixtidad como una evidencia: en su vida, en su trayectoria masónica. La mixtidad parece algo sencillo y coherente.

Las mujeres y los hombres que escogen una Obediencia mixta no perciben ninguna dificultad para ser iniciados juntos. La iniciación propuesta no separa al hombre de la mujer. Por tanto, ser francmasón o francmasona en una Logia mixta inaugura una toma de conciencia de la complejidad, de la ambivalencia y de la ambigüedad de esta situación. La mixtidad, que creíamos simple y evidente frente a un camino masónico que se presenta arduo, toma poco a poco más importancia.

Entre hermano y hermana, cada uno se revela como más hombre o más mujer. Nuestro trabajo, que trasciende los sexos, nos obliga a mirar de otra manera, sobre uno mismo,  sobre los otros y también sobre el mundo.

Al principio, es una masonería por construir en una mixtidad evidente, pero poco a poco se convierte en un camino especulativo y simbólico que se organiza en una mixtidad en la cual se descubre que no hay nada evidente, que todavía hay que construirla.

No es suficiente declarar la igualdad del hombre y de la mujer para que sea un hecho incontestable, sobre todo en un sitio cerrado como es una logia masónica. El pensamiento binario es el fondo del espíritu humano, ninguna sociedad, ningún lenguaje se escapa de él.

La hermana, el hermano francmasón, no deben reducirse al pensamiento binario. Se comprometen a tomar conciencia de la complejidad de este hecho, de la necesidad de comprenderlo o de admitir que no lo comprendemos.

El trabajo masónico está orientado hacia el progreso de la humanidad, para lo cual es necesaria una mirada lúcida, eficazmente activa sobre la sociedad y sus grandes interrogantes. En este espacio, la igualdad entre hombres y mujeres que plantea estructuralmente la democracia, no significa una similitud indiferenciada dentro de la conciencia individual o en la acción social. Sin embargo, puede ser alrededor de esta referencia social, que es menos ardua de elaborar, donde encontremos el consenso de una mixtidad abierta. Porque la reflexión común, cada uno en su Logia,  ligada hacia el exterior de uno mismo, puede encontrar  puntos de anclaje presumiblemente menos arriesgados para sí, para su fragilidad y sus dudas.

El método masónico se fundamenta sobre una reflexión simbólica con la ayuda de las herramientas, consideradas éstas en su aspecto concreto y en su reinterpretación metafórica: escuadra, compás, sol, luna, espadas, etc. Objetos masculinos y femeninos a los cuales sería vano atribuir un valor simbólicamente sexuado, porque la masonería es universal y sobrepasa las diferencias lingüísticas de atribución de un género gramatical.

No obstante, ¿la mirada que los hermanos y las hermanas de una misma Logia tienen sobre estos diferentes objetos es idéntica? ¿La resonancia del contenido simbólico es la misma en cada uno de ellos frente a su subconsciente y a sus arquetipos de hombre y de mujer? Es una pregunta fundamental a la cual nadie se puede sustraer en Logia bajo el pretexto de un igualitarismo falsamente consensuado.

La investigación en la búsqueda de si mismo se enraíza en la indagación del yo, en la construcción de su Templo interior gracias a un trabajo simbólico conducido a través de una franca colaboración con  otros masones.

Es un proyecto de lucidez personal pero también de desvelo sin máscara, de libre palabra y de sinceridad. Tal empeño revela nuestro ego más profundo. No se tratar de ir a la Logia para tratar nuestros problemas mentales o existenciales como en el territorio psicoanalítico. No obstante esta nueva mirada que supone el trabajo en mixtidad, induce una conciencia en si misma de la parte femenina y masculina de cada uno. Supone el equilibrio en un juego delicado pero también difícil frente al espejo al cual nos invita la iniciación.

La interrogación masónica es una liberación progresiva frente a nuestras barreras cotidianas, la conquista de una nueva libertad con el objetivo de realizar la unión de los dos polos de nuestra personalidad, la complementariedad del yo, del si mismo y de los otros. Con esta condición imprescindible la Masonería toma todo su sentido.

La Logia masónica es o debería ser, un laboratorio del Progreso humano y de la Humanidad fuera de todo sexismo, de toda misoginia cerrada sobre sus prerrogativas milenarias, fuera de todo feminismo radical.

La masonería mixta se abre sobre otro mundo en una Masonería donde todos los componentes están convencidos, como decía Condorcet: “Entre los progresos del espíritu humano, el más importante para el bienestar general es contar con la entera destrucción de los prejuicios que se han establecido entre los sexos, una divergencia de derechos que promueve la desigualdad…Desigualdad que no tiene otro origen que el abuso del poder...”(3).


Bordeaux,17-19 juin 2010


(1) Comment une femme ayant frappé à la porte de l'Obédience mixte du droit Humain, il y a plusieurs années, voit-elle son histoire et celle des femmes et des hommes dans ce cadre ? Les Femmes et la Franc-Maçonnerie. Des Lumières à nos jours. XXe et XXIe siècles. La Pensée et les Hommes, 2012, pp. 375-377.
(2) Marie Françoise PASSINI est membre du Suprême Conseil de l'Ordre maçonnique mixte international LE DROIT HUMAIN.
(3) "Parmi les progrès de l'esprit humain, les plus importants pour le bonheur général, nous devons compter l'entière destruction des préjugés qui ont établi entre les sexes une inégalité de droits funeste à celui même qu'elle favorise… Inégalité qui n'a pas eu d'autre origine que l'abus de la force…", Condorcet, in Benoîte GROULT, Le féminisme au masculin, Grasset, 2010, pp. 57-73. Traducción  de la autora revisada por Antonio Ceruelo.


sábado, 16 de junio de 2012

Unir lo disperso




Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca 
supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así 
como un misterio.
Federico García Lorca


El artista renacentista Cimabue pintó al fresco a finales del siglo XIII, uno de los ábsides de la basílica de Asís, sobre la vida de san Mateo. Debido al terremoto  que sacudió Italia en 1997, esta obra de arte y otras quedaron reducidas a escombros en miles de fragmentos. Fueron necesarias 160.000 horas y ocho años de investigación con un amplio equipo de expertos, que colocaron los 300.000 fragmentos uno a uno con la ayuda de avanzadas técnicas informáticas, para recuperar el 20 por ciento de esta obra importante. También se acometió la reconstrucción de la cúpula estrellada y los frescos de san Jerónimo atribuidos a su joven discípulo Giotto. De este ultimo se logro recuperar el 70 por ciento del fresco original para la humanidad.
Hago esta introducción por considerarla muy grafica, donde está presente la voluntad de unir lo destruido. Considero que es aplicable a cualquier comportamiento e inquietud humana dentro de su propia libertad, igualdad y fraternidad. No llegando a comprender que los pensamientos afines, tanto en ideologías como en conceptos filosóficos no puedan entenderse, el porqué las conciencias sociales, ecológicas y progresistas caminan separadas, que no se puedan unir y trabajar por el progreso de la humanidad, construyendo una sociedad más solidaria y respetuosa con su habitat y con sus semejantes, unidos juntos contra la intolerancia, la xenofobia o cualquier forma de esclavitud, vejación o dictadura tanto política como económica.
La Masonería tiene un papel importante en esta sociedad que ha perdido sus valores éticos y morales; debe juntarse y ampliar sus conocimientos progresistas avanzados e incluso revolucionarios, que fueron el germen de sus comienzos, uniéndose con grupos y seres afines, creando las nuevas bases de un nuevo pensamiento humanista-progresista, penetrando en esta sociedad enferma, decadente, adormecida, estéril y manipulada, ayudando a recuperar su propia identidad y dignidad, que durante años fue alcanzando a base de luchar y derramar sangre y sobre todo por el respeto a las futuras generaciones.



Fidias

miércoles, 13 de junio de 2012

Pablo


           


 Pablo CAMPOS PELLEJERO (Febrero 1.900 – Septiembre 1.998)
 Miembro de las dos L
ogias Constancia



            Si alguien ha podido ser un representante de la tradición, quizás fue nuestro Hermano Pablo CAMPOS PELLEJERO, de nombre simbólico Hermes. Cuando lo conocimos a principio de la década de los 90 era para nosotros como compartir experiencias con un pedazo de historia maravillosamente viva. Es cierto que si uno busca el rigor histórico, debe analizar los hechos desde otra perspectiva, pero la historia que nos relataba Pablo era distinta, experiencias que solo pueden relatar aquellos que las vivieron y perduran para transmitirlas. Pablo representaba ese hilo conductor que transcurre a lo largo de los tiempos aportándonos el espíritu de nuestros antecesores de principios del siglo XX. Nuestra Logia se llama “Constancia” en honor de los que nos precedieron y como un reto para el futuro. Pablo Campos sirvió de nexo entre dos de las tres Constancias: -Constancia  348 (1914-1919), -Constancia  16 (1931-1936) y –Constancia 1.662 (1995-….). Fue un honor que fuera miembro fundador de esta nueva Constancia, ocupando el oficio de  Guardatemplo, el mismo que tenía en el fatídico año de 1936, y manteniéndose en activo hasta su muerte en 1.998. Transmitió a la nueva Logia el testigo de la Luz y el espíritu de nuestros hermanos asesinados en 1.936. Todos ellos, masones en busca del cambio hacia una sociedad justa, libre, igualitaria y fraternal.
      
    Pablo CAMPOS PELLEJERO, nació en la C/ Enmedio, 18, el 5 de febrero de 1.900, fue el segundo hijo, único varón de seis. Los orígenes de su familia se encuentran en el barrio del Arrabal de Zaragoza, comentándose en su casa que eran descendientes directos del tío Jorge, héroe de Los Sitios. Pasó su infancia en el barrio de La Magdalena  donde vivió en la C/ Antonio Agustín. En su barrio trabó amistad con el anarquista Francisco ASCASO ABADÍA, además ambos eran botones de los Casinos Royalty (Francisco) e Hípico Aragonés (Pablo) ubicados en la C/ Alfonso. También trabajó de aprendiz de cerrajero y finalmente de cortador de piel para calzado en un taller de la C/ Predicadores. Se vinculó en las reuniones sindicales del gremio de curtidores, tomando contacto con anarquistas, Pablo siempre se sintió muy unido al movimiento libertario.
 
       En 1.920 cumplió el servicio militar en el 10º Regimiento de Artillería en Huesca. Trabajando en su taller de zapatería, fue licenciado por exceso de efectivos un año antes de los 33 meses reglamentarios, pero con la obligación de ser movilizado si así lo requería la situación en África. Frente al desastre de Annual, decidió marchar a París para evitar una nueva incorporación a filas. Con el advenimiento de la República, la vida de este semidesertor quedo más o menos legalizada, fueron buenos tiempos para él cargados de recuerdos, no le faltó en su exilio de París ni el trabajo ni el amor. Allí un grupo de anarquistas se reunía detrás del cuartel de los Guardias Republicanos, algunos también eran masones. Conoció a Mauro Bajatierra, que atentó contra el Rey, a Cetrillo, Morte, Durruti, etc. En Francia entablo amistad con el aragonés Almolda quién le hablo de la masonería y de la Logia Constancia 16.

       En 1.924 volvió a Zaragoza y con los ahorros de su trabajo, compró unos terrenos junto a la casa familiar en la C/ Figueras del barrio de Las Fuentes. Montando una fábrica de calzado bastante importante en la cual trabajaba toda su familia y algunos operarios.

       El 25 de agosto de 1.925, Pablo CAMPOS PELLEJERO fue iniciado. Su vida masónica se desarrolló en la Logia Constancia 16. Pertenecían a esta logia, entre otros: el alcalde Cambronero,  el arquitecto Francisco Albiñana Corrale, el catedrático de la Facultad de Medicina Francisco Aranda, los hermanos Alcrudo médicos de profesión,  el archivero y catedrático Marín Sancho, el funcionario de telégrafos Ramiro Viana, el jefe de la guardia de seguridad Viamonte, el capitán de la  Guardia de Asalto La Rosa, el jefe de la policía local Eugenio Lloré asesinado antes de la Guerra Civil. También varios militares: el coronel de artillería Penado, el teniente coronel Andrados, el comandante Reig; los capitanes Gonzalvo, Bozal, Bravo, Santaliestra.....
       En sus tenidas semanales analizaban temas simbólicos, filosóficos y la realidad social del momento. El laicismo; la libre enseñanza y la sustitución de las órdenes religiosas que impartían educación; el fomento del pacifismo y la frontal oposición a los movimientos reaccionarios eran  temas comunes del debate. El compromiso social marcaba el rumbo de la Logia.

       La traición del general Cabanellas y la indecisión del gobernador civil Vera Coronel provoco el triunfo del golpe militar en Zaragoza. Pablo se planteó durante los primeros días del cruel alzamiento cruzar hacia las líneas republicanas, pero Viamonte le pidió que alertara a sus Hermanos y se hiciera cargo de la documentación. Ésta cayó finalmente en manos de la policía comenzando un sistemático exterminio: todos los detenidos fueron ejecutados antes de terminar 1.936. Pablo tardó dieciocho meses en salir de España durante los cuales estuvo varias veces a punto de ser detenido. Acosado y perseguido huyó a San Sebastián en verano de 1.937 y gracias a las 7.000 pesetas que llevaba para pagar ocultamientos y favores, en tres días de febrero de 1.938 cruzó a Francia.
       Trabajó en la embajada de la República en París. Con la derrota republicana, ejerció de profesor de Educación física en un colegio para niños refugiados españoles sostenido por el gobierno checoslovaco, gracias a la ayuda del Hermano Jesús Rebaque. Cuando la invasión nazi de Francia, éste le aconsejó y ayudó económicamente para comprar un pasaje hacia México, comprando el último que vendió la compañía y embarcando en Rotterdam con los alemanes pisando los talones.

       Desembarcó en Nueva York, pero vio más oportunidades si se desplazaba a México. Cuando llegó allí sobrevivió un mes a base de plátanos y manzanas. Pudo trabajar en una fábrica especializada en gomas, en su división de calzados. Tras dos años, en plena Guerra Mundial, perdió su empleo al dedicarse la producción exclusivamente a la fabricación de ruedas. Fue sucesivamente: fabricante de calzado, representante de maquinaria para la industria del calzado, representante de vinos y gerente de una gasolinera. Finalmente se asentó en el negocio hostelero, regentando hoteles en Acapulco, México D.F. y finalmente en Cuernavaca donde construyó su propio hotel-restaurante: Posada de San Ángelo.
       En sus restaurantes, cada 14 de abril, personalidades como Miguel Calzada, Ignacio Mantecón, el Dr. Isaac Costero, alumno de Santiago Ramón y Cajal, se reunían para celebrar el aniversario de la proclamación de la República. Incluso con la presencia del masón Lázaro Cárdenas que, como Presidente de la nación, tanto apoyó a la República dando acogida a miles de refugiados al terminar la contienda. Gracias a las facilidades que Lázaro Cárdenas daba a los masones, Pablo fue agente secreto del Gobierno mexicano y asesor de éste, cargos que simplemente le servían para moverse con mayor tranquilidad por el país.

       En 1.948, contrajo matrimonio con Pilar Alcázar y por fin su vida tomó un ritmo más tranquilo, continuando su vida masónica, primero en la logia Barcino, donde también estaban los aragoneses Joaquín Alba y Castillo. Después en la logia Libertad 236, finalmente formaron una solo de españoles.
       En sus primeros viajes a España, a convenciones de empresarios de hostelería y con pasaporte mexicano, fue visitado por la policía que le indicaron  saber quién era y que no lo detenían por su doble nacionalidad. Desde su huida de España, sólo vio a su madre una única vez en París, a su padre nunca. Pablo trajo a España las cenizas de su mujer y se instaló a finales de los 80, primero en Valencia y definitivamente en Benidorm.

       Por ser el masón más antiguo, Pablo fue recibido con honores en la mayoría de las logias españolas que visitó. Estando en activo hasta su muerte en la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano-Le Droit Humain, en la logia El Nivel 1.506 y siendo además miembro fundador, en 1.995, de la logia  Constancia 1.662, de la que fue Guardatemplo hasta su muerte en 1.998

Julián S.E.

domingo, 10 de junio de 2012

El Arte de Trabajar en Logia



Francis Frankeski o la poética del buen oficio.



Es fácil encontrarse últimamente con  una gran profusión de informaciones relacionadas con la masonería, a través de publicaciones, vídeos, páginas webs, blogs,  etc.
Entre ellas  abundan  los textos que hablan del trabajo en una Logia, también sobre los distintos Ritos y  la práctica ritual. Paradójicamente, muchos están escritos por masones que no se caracterizan por asistir con frecuencia a su taller, otros que ya no lo son e incluso por personas que no pertenecen a la masonería y que jamás han presenciado el desarrollo de una tenida.
Todos  intentan desentrañar con mayor o menor fortuna  el misterio que embarga a aquellos que comparten el trabajo en un Taller Masónico. 

Relatar una emoción no es tarea fácil. En el caso que nos ocupa, para empezar hay que ser un iniciado, es decir una persona que pertenezca a la Masonería, además debe estar comprometida con sus ideales, tener una sensibilidad especial y , como no, saber contarlo. Porque expresar un sentimiento profundo es casi tan difícil como describir un amanecer.

Francis Frankeski sorprende gratamente. Este miembro de Le Droit Humain, transmite a través  de  hermosas palabras la sensación que compartimos dentro de una Logia, esa comunión equilibrada entre lo material y lo espiritual que consigue trasladarnos a otro tiempo, en otro lugar. A través de un relato claro y concreto, de una manera notable, va  introduciéndonos en el verdadero espíritu  que debe presidir un buen trabajo masónico, capaz de crear entre sus miembros sólidos lazos de unión y forjando  la cadena que los une a la vez que avanzan en la construcción del templo de la humanidad

Frankeski no se conforma con describir admirablemente el ánimo que nos distingue como iniciados, también  cuenta con rigor no desprovisto de elegancia, el buen uso las herramientas necesarias para un buen trabajo:  la escuadra, el compás, los malletes, el cincel, la plomada, la regla....
 A través de ellas articula el proceso del trabajo de la logia, de los oficiales y de sus responsabilidades; el buen hacer en cada oficio,  la importancia de las Obediencias, de los Ritos y la práctica correcta de los rituales, desvelando con la experiencia que da haberlo vivido, los matices más sutiles de la práctica de la masonería.
Pero también nos alerta de los peligros de la ambición personal, de las actitudes desprovistas de significado y de la falta de compromiso.  Recalcando la importancia del trabajo en común a través del silencio, la fuerza de  la palabra y el verdadero sentido de la fraternidad.

La Logia es descrita como un microcosmos, símbolo y esquema del ser humano, donde cada una de sus facetas se ve reflejada en una acción, en un oficio, en una actitud.
Una particularidad de este libro es estar escrito por un miembro de Le Droit Humain, que practica  sus rituales, y  ceremonias y que ha aprendido el oficio en esta particular escuela de pensamiento.   Muestra una manera de hacer propia de una orden con más de 110 años de existencia, nacida del ideal de nuestros Fundadores: Maria Deraismes y Georges Martin que combatieron con las ideas para lograr la igualdad entre los seres humanos sin distinción de raza, sexo o condición social, extendiendo a través de esa lucha una verdadera conciencia universal.

Este libro explica bien lo que hacemos y es bueno para todos nosotros; lo recomendaría especialmente a los maestros de las logias y como no, a las personas que se acercan a la masonería .

Felicitaciones  a la Fundacion María Deraismes por haber tomado la  decisión de publicar libros escritos mayoritariamente por miembros de nuestra Orden y a Francis Frankeski por regalarnos un hermoso tiempo de lectura.

Antonio Ceruelo
Pasado G.M. Adj. O.M.M.I. Le Droit Humain.

Para comprar el libro sin gastos de envío: TRISQUELION LIBROS.



miércoles, 6 de junio de 2012

Un emotivo retrato del hermano Jorge de Siresa, trazado por la pluma de Antón Castro.


La historia de Iñigo Manuel Marín Sancho (1899-1936) resulta conmovedora. Su primogénita María Luisa, nacida en 1927, dice: “Su muerte fue una canallada. Sigo queriendo a mi padre con locura. Nos llevaba a todas partes: al boxeo al Monumental, al teatro, yo conocí muy bien el mundo de las tablas entre bastidores. A veces nos contaba cuentos, y nos traía juguetes, incluso pupitres plegables”. Su hijo Basilio, que conserva muchos de los cuadros y esculturas que le regalaron los más importantes artistas aragoneses de la preguerra a su progenitor, revela: “Yo tengo recuerdos más bien difusos. En 1933, nos trasladamos a Barcelona porque mi padre empezó a dar clases en el Instituto Salmerón. Recuerdo que era un apasionado de la música clásica: tocaba la viola y solíamos ir con mi madre a los conciertos que daba con la orquesta sinfónica. Vivimos allí hasta 1936, en que fue fusilado. Nosotros, mi madre, mi tía Vicenta, mis hermanas María Luisa y Teresa y yo regresamos a Zaragoza a principios de julio, y mi padre lo hizo en vísperas de la Guerra Civil”. Tras el estallido de la contienda, Manuel Marín Sancho, que pertenecía a la logia Constancia 16, no tardó en ser detenido. Lo soltaron a los pocos días, aunque debía pasar prácticamente a diario “por las dos checas que había en el Coso, una era de requetés y otra de la Falange. A finales de septiembre, lo encerraron en Torrero y finalmente, la noche del uno de diciembre fue fusilado por su condición de masón. Mi padre era republicano, creía que la forma ideal de gobierno era la República, pero tampoco era un hombre que se hubiera significado de manera radical”. 

José Antonio Ferrer Benimelli en su libro “La masonería en Aragón” narra la detención y la ejecución de Manuel Marín Sancho, que era periodista, dramaturgo, crítico de arte y de literatura, archivero, paleógrafo. Las razones de la muerte eran tan precisas como falsas: “Fractura de cráneo y hemorragia interna”. Con él, en aquellos meses, fueron abatidos, entre otros muchos, los médicos Moisés y José Miguel Alcrudo, Andrés Cobo San Emeterio, el arquitecto Francisco Albiñana.

 Los dos hermanos aseguran que se “enteraron de todo”. María Luisa recuerda que le escribían y le mandaban dibujos de casitas a la cárcel, “algunas eran copiadas. El dibujo se me daba muy bien”. La familia entonces no tenía casa propia; vivía en un gran caserón de la plaza de Sas que era de la tía María, hermana del periodista, y del tío Gregorio, un agricultor con muchas tierras. “Ambos fueron nuestros padrinos. Mi madre se quedó con una exigua pensión por la condición de mi padre de archivero del Ayuntamiento de Zaragoza, donde trabajó con Manuel Abizanda Broto. Y nada fue fácil. La casa tenía más de veinte habitaciones. Salimos adelante gracias a mis padrinos”.

           Basilio inicia un auténtico viaje en el tiempo. Su padre nació en Zaragoza en 1899, en el seno de una familia de clase media que se dedicaba a la construcción de instrumentos musicales: guitarras, laúdes, bandurrias; el artesano le regaló una guitarra a Alfonso XIII, que lo recibió en palacio, y además presentó magníficas piezas en uno de los pabellones de la Exposición Hispano-Francesa. Manuel Marín Sancho era el menor de cinco hermanos. Siempre sintió inquietudes intelectuales y con el paso de los años, tras licenciarse en Filosofía y Letras y haber estado episódicamente en la guerra de África, “mi padre veía fatal, y en cuanto se dieron cuenta lo devolvieron a España”, entró a trabajar en “El Noticiero”, que dirigía José María Sánchez Ventura, se vincularía con el Centro Naturista Helios, llegó a ser su segundo presidente, y desplegó una actividad increíble: fue director de revistas como “Aragón” del SIPA, en 1929 coordinó un número donde publicó a los más importantes artistas plásticos, todos los números de “Amanecer” y varios de “Relieves”, e incluso llegó a fundar el efímero diario “Independencia”.

           Uno de sus amigos de entonces era el periodista y escritor Andrés Ruiz Castillo, que lo definió como “una auténtica revolución que llegó a fundar Prensa Ebro, una agencia de publicidad”. “Mi padre poseía un gran sentido del humor, siempre sonreía. Era alegre y confiado”. Redactó algunas piezas teatrales, entre ellas “El tapiz” (1928), basado en las pinturas de Goya, y sobre todo escribió el libreto de la ópera “Igual que hermanicos. Estampas aragonesas. Zarzuela en tres actos”, que se estrenó el cuatro de enero de 1934 en el Teatro Principal con música de Luis Aula, que también dirigió la Orquesta Sinfónica de Zaragoza. El crítico Pablo Cistué de Castro dijo que “Manuel Sancho Marín ha hecho un libro de zarzuela tan documentado y de tal honradez que se aleja del tipo a que la generalidad de los libretistas nos han acostumbrado”. Decía que la obra aborda “los amores de dos mozos a una misma moza”, y elogiaba al tenor Faustino Arregui, a la actriz y cantante Sélica Pérez Carpio y al “formidable actor cómico” Eduardo Marcén.

           En casa de Basilio Marín Ferrer hay obras de Honorio García Condoy, de Ansuátegui, de Bayo Marín, grandes amigos del periodista y escritor fusilado. Hace poco, el profesor madrileño Francisco Galera le mandó el expediente de su padre, y en medio había una copia que ha activado la memoria y el dolor: el Jefe Superior de Policía de Zaragoza mandó una carta a la cárcel de Torrero para que soltasen al meteorólogo Odón San Emeterio y a Manuel Marín Sancho. La carta estaba firmada el 30 de noviembre, pero no llegó a su destino. Esa misma noche ambos, con otros muchos, fueron ejecutados.

domingo, 3 de junio de 2012

La conquista de las libertades





“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida”

Esta frase de "El Quijote” describe de una manera hermosa  la libertad. 
Pero antes de conquistarla deberíamos tener una idea clara de lo que supone ser libre; vivir en libertad y como no, de los derechos y las responsabilidades inherentes a este estado de vida.

Justiniano transcribió en el Digesto el concepto romano de libertad: “La libertad es la facultad de hacer cada uno lo que le plazca, salvo el impedimento por la fuerza o el derecho”.
En Francia, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la libertad se consagra como Derecho Fundamental en el artículo 2° y se define en el 4° en estos términos: "La facultad de hacer todo aquello que no perjudique a otro".


No se nos otorgará la libertad externa más que en la medida exacta en que hayamos sabido, en un momento determinado, desarrollar nuestra libertad interna.”

Mahatma Gandhi (1869-1948)

Abundando en este concepto, Rudolf Steiner en su libro “La filosofía de la libertad” se centra en el problema del libre albedrío. Steiner, divide inicialmente los dos aspectos:  la libertad del pensamiento y  la libertad de  acción. Expone que la libertad interna está alcanzada cuando tendemos un puente sobre el espacio existente entre nuestras impresiones sensoriales, que reflejan el aspecto externo del mundo, y nuestros pensamientos, que nos dan  acceso a la naturaleza interna del mundo. La libertad externa se consigue impregnando nuestras acciones con la imaginación moral. Steiner intenta demostrar que estos dos aspectos de la libertad interna y externa son integrales el uno al otro, y que la libertad verdadera será alcanzada solamente cuando se unan.

Nacemos potencialmente libres, ¿vivimos libres?. La importancia de la educación.

EL H.·. Georges Dumézil, brillante pedagogo represaliado por el régimen de Vichy,
escribió:

ENSEÑANZA Y LIBERTAD.

La enseñanza y la libertad de enseñar.
Dificultades particulares de todos los problemas de libertad cuando se trata del niño, que no es más que un ser libre en potencia.

¿Quien habla de  educación, no dice de alguna manera tutela?

¿Como conciliar tutela y libertad?

Quien habla de transmitir ¿no dice en que grado debe imponerse y como concebir una educación que no forme más que el espíritu crítico sin a su vez, transferir un sustrato positivo de ideas, ideales o sistemas?

Pero además del desarrollo de un espíritu crítico y la transmisión de unos valores, hay además para los educadores, otras dos tareas de igual importancia.

1.- El desarrollo de un espíritu de progreso: es decir de búsqueda, de riesgo. También de humildad intelectual y de docilidad ante la experiencia. Basado en el principio “No se elimina nada más que aquello que es reemplazado”.

2.- El desarrollo de un espíritu de tolerancia, que no signifique renuncia ni escepticismo, sino  desarrollo de la  conciencia: una de las condiciones de toda construcción permanente.

La libertad individual -o libertad interior-  se construye sobre los cimientos éticos y morales que nos han sido dados a través de la educación.  Esta perspectiva de “la conquista de libertades” afecta por igual  a nuestra propia libertad y a la libertad exterior.
Independientemente del  peso que debe tener la familia y el estado en la educación de los niños, hay innumerables elementos que distorsionan la realidad de una buena educación: grupos sociales, religiosos, políticos... y como no los riesgos de un estado débil o totalitario: oligarquías, partidos, organizaciones reaccionarias o demagógicas, etc.
Nosotros que mayoritariamente hemos vivido una educación marcada en muchos  aspectos por un estado dictatorial, hemos tenido la suerte de aprender y compartir en  familia unos sólidos valores éticos y morales. También  algunos muy buenos maestros, además del efecto rechazo producido por un nacional-catolicismo denso y recalcitrante.

El H.·. Voltaire, en su Diccionario Filosófico y  a propósito de la libertad de pensamiento, cuenta un interesante diálogo entre dos contendientes de la Batalla de los Montes de Torrero de Zaragoza: Lord Boldmind, oficial inglés del ejercito aliado y el conde Medroso, un alguacil de la Inquisición partidario de Felipe V. En un epígrafe, Voltaire dice:

Una vida digna del ser humano se identifica con el pensamiento racional. Este pensamiento es libre, es decir, no conoce más autoridad que la razón, y puede, por tanto, analizarlo todo por si mismo. La libertad se identifica sobre todo con la libertad de conciencia porque es principalmente la religión la que pone trabas al ejercicio del pensamiento. Por eso, es causa de ignorancia generalizada en todas las ramas del saber.


Entramos en Masonería, siendo personas razonablemente libres y con bastantes buenas costumbres. Pero no podemos olvidar que hay una serie de factores que impiden o limitan la libertad individual.
Podemos citar: la ignorancia, o ausencia de conocimientos. El miedo o la ofuscación emocional. Las pasiones como la cólera, la ira, la soberbia, la violencia o la envidia. Los desajustes psíquicos como la neurosis, la ansiedad o la angustia. Las graves adicciones, etc.



El método masónico.

“Nosotros conocemos en nuestros Templos grados diferentes de los que separan la virtud del vicio.
 Evita  hacer una diferencia que pueda destruir esta igualdad que nos une. Corre al auxilio de tu H.·., sea quien sea, busca al que se extravía,  releva al que cae, no alimentes jamás ningún sentimiento de odio o de enemistad contra él. Sé benévolo, afable; alumbra en todos los corazones el fuego de la virtud, comparte tu bienestar con el prójimo y que la envidia no venga jamás a destruir esa sana alegría. Perdona a tu enemigo y no te vengues de él, sino devuélvele bien por mal. Cumpliendo estas leyes supremas encontrarás las trazas de tu grandeza antigua y perdida.

Léon Tolstoï.  Guerra y Paz.

Este hermoso discurso de bienvenida del V.·.M.·. de la Logia a un personaje del relato, el conde Pierre Kirillovitch, describe de manera notable la fraternidad masónica. Tolstoï, que no fue iniciado, amaba la masonería. Como prueba, existe una carta enviada a un autor alemán pocos meses antes de su muerte. Escribió: ”Estoy contento de ver que inconscientemente, soy un masón. Desde mi niñez he tenido un gran respeto por esta organización, y estoy persuadido que ha rendido grandes servicios al género humano”.

El método masónico cincela golpe a golpe la piedra eliminando las asperezas. Como escuela de perfeccionamiento, la Logia trabaja en fraternidad,  igualdad y libertad. La Logia nos ayuda a ser libres.

Únicamente siendo libres podemos conquistar la Libertad.

Hasta épocas recientes, libertad significaba la ausencia de esclavitud y todavía hoy en muchos lugares sigue significando lo mismo.

La libertad social está condicionada por muchos y diferentes factores. Evidentemente no es lo mismo la libertad reflejada en el Digesto Romano que la libertad que confiere la Constitución Francesa. Tampoco es lo mismo el sentido de libertad de un ciudadano español o el de un ciudadano africano.

En Europa los movimientos filosóficos, políticos y sociales, luchan desde finales del siglo XVIII  para  construir una sociedad democrática basada en valores como la paz, el respeto, la igualdad, la solidaridad, la dignidad, la honradez y la fraternidad. Todavía falta mucho camino por recorrer y el peligro de una involución está a la orden del día. Pero,  ¿ocurre lo mismo en otros continentes?.

La conquista de la Libertad no puede circunscribirse a un espacio geográfico concreto. Recordemos el artículo 3 de nuestra Constitución Internacional:

         “Respetuosos del laicismo, de todas las creencias relativas a la eternidad o a la no eternidad de la vida espiritual, sus miembros buscan, ante todo, concretar en la Tierra y para todos los humanos el máximo desarrollo moral, intelectual y espiritual, condición primera para que cada individuo pueda alcanzar la felicidad en una sociedad fraternalmente organizada”.

El imaginario de los HH.·. Maria Deraismes y Georges Martin se mantiene plenamente vigente más de 100 años después de nuestra Fundación. Nuestra presencia internacional en más de 60 países confirma que el ideal de nuestra Orden está mas vigente que nunca y que aunque seamos una pequeña gota dentro de un gran vaso de agua, en la justa medida de nuestra propia realidad, podemos ayudar a que el mundo cambie.

Terminaré con una cita de Federico García Lorca:

“En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida”.


Ana C.R.