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domingo, 29 de julio de 2012

Relatos de verano




LA FOTO SALIÓ MOVIDA
Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías. Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo esta algo ladeado lo que ve es el paragüero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para qué. Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.

Historias de cronopios y de famas. Julio Cortázar. 1962


martes, 17 de julio de 2012

Relatos de verano


Saber perder


En mi calle han abierto dos negocios de “Compro oro” que por su aspecto podrían pertenecer al mismo dueño. Han tabicado los escaparates y no han invertido nada en decoración. Dicen que en épocas de crisis la gente adinerada invierte en valores seguros. No sé nada de finanzas y me pregunto qué se hace con el oro que va a parar a esos locales. ¿Se convierte en lingotes? ¿Y  dónde se guardan los lingotes? No tengo afición alguna por las joyas, pero de vez en cuando me detengo ante el escaparate de una pequeña joyería de mi calle que me parece una delicia. Hace unos años compré allí una sortija de plata y turquesa que acabó en el dedo de una turista valenciana. Era una chica joven que se sentaba en la mesa contigua a la mía en una terraza de verano. Acabamos charlando y me pidió que le dejara probarse la turquesa que tanto llamaba su atención y que luego no quiso devolverme. Algunas veces las cosas se pierden de la forma más absurda. Mi tía Maribel diría que las cosas no son importantes, que lo único importante es la salud. Conozco bien el significado de la palabra “pérdida” en todas sus acepciones. No es nada fácil llegar a tener un buen perder. Creo que ese aprendizaje es imprescindible para pasar una reválida de la madurez. Por otro lado siempre nos quedará el sentido del humor, que es como el “siempre nos quedará París” de Humphrey Bogart. En épocas de crisis todo es susceptible de perderse, todo excepto ese París en blanco y negro que incluye una lección de elegancia y una tímida sonrisa.

©  Cristina Grande

miércoles, 11 de julio de 2012

Manifiesto por una democracia global




Londres, 27 de junio de 2012.
  • La política atrasa. Vivimos una era de profundas transformaciones tecnológicas y económicas a las que no ha correspondido una similar evolución de las instituciones públicas responsables de su regulación. La economía se ha globalizado, pero las instituciones políticas y la democracia, no. Con sus muchas peculiaridades, diferencias y limitaciones, las protestas que hoy se extienden por el planeta evidencian un creciente malestar con el sistema de toma de decisiones, las formas de representación existentes y su escasa capacidad para proteger los bienes comunes del sistema político, y expresan una exigencia de más y mejor democracia.
  • El bienestar y la seguridad del mundo están amenazados. El orden nacional/inter-nacional surgido del fin de la Segunda Guerra Mundial y de la caída del Muro de Berlín no ha sido capaz de gestionar los grandes avances de los sistemas productivos en beneficio de toda la humanidad. Por el contrario, asistimos a la emergencia de procesos regresivos y destructivos derivados de la crisis económico-financiera, del aumento de las desigualdades sociales, del recalentamiento global y de la proliferación nuclear. Estos fenómenos han afectado ya negativamente la vida de miles de millones de seres humanos y su continuidad y mutuo potenciamiento ponen en riesgo la paz del mundo y la supervivencia de la civilización humana.
  • Las crisis globales requieren soluciones globales. En un universo social determinado por la globalización, las capacidades democráticas de los estados nacionales y de las instituciones inter-nacionales se ven cada vez más restringidas frente al desarrollo de poderosos procesos, organizaciones y sistemas mundiales cuya índole no es democrática. Durante los últimos años, los principales líderes nacionales e inter-nacionales del mundo han corrido detrás de los acontecimientos globales. Su reiterado fracaso demuestra que no bastan las reuniones ocasionales, ni los acuerdos inter-gubernamentales, ni la cooperación inter-nacional, ni el pretendido multilateralismo, ni las actuales formas de gobernanza global. La globalización de las finanzas, las cadenas productivas y los sistemas de comunicación, y el poder planetario alcanzado por las tecnologías destructivas exigen la globalización de las instituciones políticas de regulación y control. Las crisis globales requieren soluciones globales coherentes y efectivas. Por eso exigimos la urgente creación de nuevas agencias globales especializadas en el desarme, el crecimiento estable, equitativo y sostenible y la protección del medio ambiente, y la rápida implementación de formas de gobernanza democrática global en todos los temas que las actuales cumbres inter-gubernamentales han demostrado ser incapaces de resolver.
  • Necesitamos avanzar hacia nuevas, y más extensas y profundas, formas de democracia. El actual modelo de globalización tecnológico-económica debe ser superado por otro que ponga los instrumentos tecno-económicos al servicio de un mundo más justo, pacífico y humano. Necesitamos un nuevo paradigma de desarrollo, globalmente sostenible y que incluya en sus beneficios a los miembros más pobres y desvalidos de la humanidad. Para evitar la profundización de las crisis globales y buscar soluciones a los desafíos planteados por la globalización debemos avanzar hacia más extensas y profundas formas de democracia. Las organizaciones nacional-estatales deben formar parte de una estructura más amplia y mejor coordinada, que debe incluir y articular instituciones regionales democráticas en todos los continentes, la reforma de la Corte Internacional de Justicia, una Corte Penal Internacional más justa y equitativa, y una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas, embrión de un futuro Parlamento Mundial. Pero este cambio institucional no podrá ser exitoso si es fruto de las acciones de una elite autoelegida. Por el contrario, la democratización del orden mundial debe surgir de un proceso socio-político abierto a todos los seres humanos, cuyo objetivo es la institucionalización participativa de una democracia global.
  • Globalizar la democracia es la única manera de democratizar la globalización. Más allá de nuestras divergencias acerca de los contenidos y métodos idóneos para avanzar hacia un orden mundial más justo y estable, los abajo firmantes compartimos un firme compromiso el desarrollo de una democracia global. En nombre de la Paz, la Justicia y los Derechos Humanos no queremos ser mundialmente gobernados por quienes sólo han sido elegidos para hacerlo a nivel nacional, ni por organismos inter-nacionales que no nos representan adecuadamente. Por eso trabajamos en la construcción de espacios políticos supranacionales y reclamamos instituciones políticas regionales, inter-nacionales y mundiales a la altura de los desafíos del Siglo XXI, que expresen las diferentes visiones y defiendan los intereses comunes de los siete mil millones de mujeres y hombres que componemos hoy la humanidad.
  • Convocamos a todos los seres humanos a participar de la constitución de una democracia global. Compartimos con los movimientos sociales mundiales el reclamo de “unirnos por un cambio global” y por una “democracia real”. Ambos postulados expresan el creciente rechazo a seguir siendo gobernados por poderes políticos y económicos sobre cuyas resoluciones no tenemos influencia. La autonomía y la autodeterminación no sólo son válidas a nivel local y nacional. Por eso reivindicamos nuestro derecho a participar de las decisiones globales fundamentales que afectan nuestras vidas. Queremos ser ciudadanos del mundo y no sus meros habitantes. Exigimos democracia no sólo a nivel local y nacional sino una democracia global, nos comprometemos a trabajar por su desarrollo y llamamos a todos los líderes políticos, intelectuales y civiles del mundo, a todas las organizaciones, partidos y movimientos democráticos, y a todas las personas de convicciones democráticas del planeta, a participar activamente de su constitución. 
Abdullahi Ahmed An-Na’im-Emory University
Daniele Archibugi – University of London
Jacques Attali – Université de Paris-Dauphine
Bertrand Badie- Institut d’Etudes Politiques de Paris
Zygmunt Bauman
Ulrich Beck – Universidad de Munich – London School of Economics and Political Science
Mary Burton- Political activist
Noam Chomsky - Massachusets Institute of Technology
Richard Falk – Princeton University
Susan George-Transnational Institute
David Held – Durham University
Fernando A. Iglesias – Director-Cátedra Altiero Spinelli
Mary Kaldor-London School of Economics and Political Science
Mathias Koenig-Archibugi –  London School of Economics and Political Science
Lucio Levi –  Università di Torino
Giacomo Marramao  - Università Degli Studi Roma Tre
George Monbiot 
Antonio Negri-Universidad de Padua
Heikki Patomäki – University of Helsinki
Beatriz Sarlo
Saskia Sassen – Columbia University
Fernando Savater
Roberto Saviano
Juan José Sebreli
Richard Sennett – New York University
Vandana Shiva - Navdanya International
Andrew Strauss – Widener University

domingo, 8 de julio de 2012

Relatos de verano




Vivir del aire. Vivir del arte.

Se celebraba “la noche en blanco”, ese invento reciente que intenta atraer público a los museos e instituciones culturales programando en sesión nocturna diversas acciones. La animadora del evento, ante un auditorio mayoritariamente ajeno a este tipo de actividades glosaba la iniciativa con un entusiasmo innegable.

Avanzaba  su discurso y empezaron a llegar reproches: “que si habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades... que se podía pasar con menos... que si la cultura nos ofrece una fuente inagotable de alegría y felicidad...” Terminó agradeciendo “muy sinceramente” a los trabajadores del espectáculo que se iba a ofrecer, su buena disposición para realizarlo totalmente gratis. “Muy de agradecer en los tiempos que corren...”

Antes había observado detenidamente el lugar: además de la presentadora había un par de guardias de seguridad, media docena de técnicos y trabajadores del recinto, una barra de “catering “con varios camareros dispuestos a servir en vasos de plástico al precio de un terraza en la Castellana..... luces y climatización encendidas.  Empecé a sentir una cierta acidez en el estómago.

Intentando que me  bajara la tensión miré al cielo. Entonces los vi: una decena de vencejos que ascendían al atardecer para pasar la noche volando, al mismo tiempo que duermen, a cerca de 2.000 metros de  altura.

Vino a mi memoria la particular vida de estos pájaros increíbles.  Desde que abandonan el nido pueden pasar casi dos años volando sin posarse. Incluso se aparean en vuelo, alimentándose del plancton aéreo al llevar el pico abierto casi constantemente. Cuando se emparejan utilizan el nido solo tres meses, durante la puesta y el desarrollo de los polluelos. 
Mi boca quedó abierta. Recordaba a muchas buenas amigas y amigos, trabajadores del teatro, la danza, el diseño, la música, la pintura... que tienen muy poco que llevarse a la boca.  
Al salir, los otros estaban allí: todos vestidos de blanco, rivalizando en esplendor con los coros celestiales. Cenaban exquisitas viandas a la luz de las velas, en mesas decoradas con flores blancas. Todo muy “chic”, con mucho “glamour”. Atravesé la plaza deslumbrado por la visión. Mi boca seguía abierta pero no encontré ni rastro del microplancton. Además, la perspectiva de caminar día y noche durante 9 meses seguidos no era muy alentadora. 
Volviendo a casa sentía una especie de desazón. Si Darwin levantara la cabeza podría explicarnos cuantas generaciones hacen falta para evolucionar hasta ese punto. 

Mientras tanto, seguiremos esperando.


Paracelso.