Figura arquetípica e hijo de la Ilustración por excelencia,
François Marie Arouet, es el último de los cinco hijos de una familia acomodada
y emparentado por parte de madre con la nobleza; nace en París un 21 de
noviembre de 1694.
Voltaire, que con este
apelativo ha pasado a la historia, cursa sus primeros estudios en Louis le
Grand, colegio que pertenecía a la Compañía de Jesús y que, posiblemente, marcó
a lo largo de su vida su conocida aversión a los dogmatismos religiosos,
procedentes de cualquier religión, a los fanatismos y a la intolerancia
religiosa.
Voltaire, a la edad de 21
años ya revela un pensamiento crítico que manifiesta a través de su pluma;
escribe una crítica mordaz sobre la forma de gobernar del Duque de Orleans, que
le lleva a su primer encarcelamiento en la Bastilla; pero Voltaire no pierde el
tiempo en su encierro, ese año lo dedica a estudiar literatura. 3 años después,
-en 1718- Voltaire escribe sobre la tragedia de Edipo y la Henriade, epopeya
esta última, que dedica al rey Enrique IV. Obras por las que Voltaire obtuvo un
gran éxito; lamentablemente, no puede saborear las “mieles del éxito”, porque
una disputa con el noble De Rohan le lleva nuevamente a la Bastilla y después
al destierro. Voltaire decide exiliarse en Londres y es allí, dónde conoce a
grandes pensadores cómo Locke y Newton. 5 años mas tarde regresa a Francia y
escribe sus “Cartas filosóficas”, difundiendo el pensamiento lockiano y
científico de Newton.
Si los HH.·. del Taller me
lo permiten, me gustaría detenerme y profundizar en estas ideas progresistas
que tanto influyeron en el pensamiento de Voltaire, pero antes considero
necesario dar unas breves pinceladas sobre el movimiento de la Ilustración para
que, así, podamos comprender mejor la realidad histórica y socio-cultural en la
que Voltaire desarrolló todo su pensamiento.
La Ilustración es un
movimiento que surgió a lo largo del S.XVIII y en un contexto histórico en el
que se desataron las revoluciones liberales y burguesas en contra de los
poderes reales, de la nobleza y de la iglesia. “El Siglo de las Luces”, como
también se ha llamado a la Ilustración, fue un movimiento ideológico, cultural
y filosófico, que impregnó a todas las artes, a la creación literaria y a la
actividad religiosa. La Ilustración nace en Inglaterra, y es allí dónde
Voltaire se impregna de este pensamiento y de su actitud ante la vida.
Osadamente por mi parte, voy a sintetizar el pensamiento de
Locke que más tarde difundirá Voltaire:
Locke es considerado como
el padre del “Liberalismo”, entendido éste como pensamiento que afirma que los
derechos individuales del “hombre” son anteriores y están por encima del
Estado. Locke defiende la individualidad del ser humano y de su libre voluntad.
Defiende el derecho a la vida, a la seguridad, a las libertades individuales y
el derecho a la propiedad. Los derechos individuales y sociales deben ser dirigidos hacia el bien común. El
gobernante debe ser un servidor de la comunidad que actúa para el bien común.
No podemos olvidarnos del
contexto histórico, hasta entonces, sólo el rey y la nobleza tenían
garantizados esos derechos.
En 1734, Voltaire escribe
una de sus obras más famosas: “Cartas filosóficas” en las que acusa al
cristianismo de ser el origen de todos los fanatismos dogmáticos. Esta obra es
un canto a la tolerancia religiosa y a la libertad de creencias. El resultado
de esta obra obliga a Voltaire a huir y refugiarse en el castillo de Émile du
Châtelet para evitar una nueva detención. En este periodo, junto con su amante,
elabora su nueva obra: “La Filosofía de Newton”. Voltaire es un escritor
prolífico, que continúa su periplo escribiendo grandes obras: “Zaire”; “La
Muerte de Cesar”; “Mahoma o el Fanatismo” y otras obras de menor éxito. En 1742
tras la prohibición de su obra: Mahoma o el Fanatismo, Voltaire viaja a Berlín
dónde es nombrado académico, historiógrafo y Caballero de la Cámara Real; pero
Voltaire es ácido en sus críticas y Federico II le expulsa de la corte.
Francia, ante la tentativa de Voltaire de volver a su país, le declara persona
“non grata” y Voltaire decide instalarse en Ginebra (Suiza). Dura poco tiempo
su estancia en el país porque Voltaire adolece de la mentalidad calvinista cuyo
mas importante principio es: “El hombre es un ser depravado que sólo el
Espíritu de Dios puede salvarle del pecado”.
En 1759 escribe una de sus
obras más conocidas: “Cándido o el optimismo”, obra que fue inmediatamente
repudiada por los calvinistas.
Ante el rechazo calvinista
y temiendo por su vida, Voltaire se traslada a Ferney, un pequeño pueblecito
situado en la frontera entre Suiza y Francia, en el que pasó 18 años de su
vida. Allí mandó llamar a numerosos artistas y pensadores de toda Europa.
Ferney debe a Voltaire su gran esplendor porque sin la ayuda del ilustrado, no
se hubieran construido casas, iglesia, castillo y lo más importante, las
personas ilustres que habitaron en ellas.
En Ferney escribió
Voltaire su “Tratado sobre la Tolerancia” y su “Diccionario Filosófico”.
En 1778, Voltaire vuelve a
París y muere ese mismo año.
Voltaire fue durante toda
su vida un masón sin mandil: un gran humanista que estudió todas las ramas del saber
y que manifestó en todas sus obras. Denunció el poder Real, de la Nobleza y de los gobernantes; hablar de Voltaire es hablar de
las grandes revoluciones del S.XVIII, de la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano, también de la Constitución americana… por qué no podemos
olvidar que Voltaire era también un gran constitucionalista. Denunció, también,
la intolerancia, el fanatismo, y el dogmatismo religioso. Voltaire, con su
filosofía, libera al hombre y lo hace dueño de su propio destino y de su
progreso gracias a la educación, la ciencia y al cultivo de las artes.
Prescinde de Dios y de su intervención divina en todo el universo humano, pero
cree en un “Gran Arquitecto del Universo”. Se dice que Voltaire era deísta, es
decir: “Dios crea el universo pero no interfiere en él”. Voltaire se embebe de
la filosofía lockiana y hace una separación entre iglesia y estado: es un
laicista. También cree en una justicia universal en la que el pacto social es
beneficioso para todos. Atribuye el papel de la ética-moral, consistente en adiestrarnos en los principios
que nos enseñen a convivir y a respetarlos.
Por supuesto, Voltaire
tiene luces y sombras, pero no voy hablar de las sombras porque me parece tan
positivo todo lo que aportó a la humanidad que fijarme en ellas sería cómo el
sabio que señala con el dedo a la luna y el tonto mira el dedo. Yo no quiero
ser ese tonto.
Voltaire expresó un gran
desdén hacia la masonería en su Diccionario Filosófico, pensando que ésta
estaba basada en principios rancios y casposos, pero cuál fue su sorpresa al
descubrir que mantenía frecuentes conversaciones y correspondencia con hombres
que le declararon su pertenencia a la Orden. Cuándo éstos le explicaron el
trabajo que realizaban en logia, luchando contra el fanatismo, la intolerancia
y la superchería, Voltaire aceptó ser Iniciado. El 7 de marzo de 1778, en la
logia Les Neuf Soeurs, Voltaire es Iniciado, aunque debido a su edad no tiene
que realizar los Viajes obligados en toda Iniciación. El V.·.M.·. que presidió
tan excelso acontecimiento fue Lalande –gran astrónomo de la época-
Tristemente, Voltaire
falleció pocos meses después de su Iniciación. Lalande, V.·.M.·. que la había
presidido, también presidió la Tenida Fúnebre junto con los HH.·. Franklin y el
conde Strogonof. La Columna de la Armonía estaba compuesta por los mejores
artistas de París.
Voltaire fue un gran
ejemplo de hombre ilustrado y masón. Su legado pervivirá más allá del tiempo y
considero que su pensamiento debería ser ejemplo para todos nosotros en esta
época tan convulsa que nos ha tocado vivir.
Terminaré la Plancha con
una famosa frase que se le atribuye:
“No comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu
derecho a decirlo”
Mercedes M.·.M.·.
la frase que atribuyen a voltaire y reza: no comparto lo que dices, pero defendere hasta la muerte tu derecho a decirlo. Es en realidad una frase de Evelyn Beatrice Hall
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